Maria Sharapova: legado deportivo, negocios y resiliencia

Maria Sharapova celebrando un punto en una cancha de tenis durante un torneo de Grand Slam, vistiendo ropa deportiva blanca y empuñando su raqueta.

Maria Sharapova, cinco veces campeona de Grand Slam, en plena competencia antes de su retiro en 2020.

Maria Sharapova es una de las tenistas más reconocidas del siglo XXI. Ganadora de cinco Grand Slams y ex número uno del mundo, combinó talento deportivo con visión empresarial. Su carrera se destacó por logros en todas las superficies, una marca personal fuerte y una transición exitosa hacia los negocios con su firma Sugarpova. También enfrentó desafíos como una suspensión por meldonium, que superó con transparencia y determinación.

Infancia y llegada a EE. UU.

Nacida en Nyagan, en Siberia, Maria Sharapova se trasladó a Florida a los 7 años, acompañada por su padre, para formarse en la academia de Nick Bollettieri. Su familia apostó todo por su talento. A los 14 años debutó como profesional. Con disciplina y potencia, comenzó a destacar rápidamente en el circuito femenino. Esa infancia marcada por el esfuerzo forjó su carácter competitivo y su capacidad para resistir la presión en cada etapa de su carrera.

Wimbledon 2004 y el inicio del fenómeno

A los 17 años, sorprendió al mundo al ganar Wimbledon en 2004. Venció a Serena Williams en la final y se convirtió en una figura global. Esa victoria fue mucho más que un título: posicionó a Sharapova como una estrella del tenis y también como una celebridad. Desde entonces, su nombre pasó a representar excelencia deportiva y determinación, y su imagen fue asociada a las grandes marcas del mundo del deporte y la moda.

Palmarés y ranking

Durante su carrera, Sharapova ganó cinco títulos de Grand Slam: Wimbledon, US Open, Australian Open y dos veces Roland Garros. Fue número uno del mundo en cinco ocasiones distintas, prueba de su constancia y nivel. Se destacó por un estilo agresivo desde el fondo de la cancha y una mentalidad ganadora. Supo adaptarse a cada superficie y a los desafíos físicos. Fue una de las pocas jugadoras que completó el Grand Slam en su era.

Imagen, marketing y negocios

Maria supo construir una marca personal sólida. Fue rostro de Nike, TAG Heuer, Head, entre otros. En 2012 lanzó Sugarpova, una marca de golosinas premium. No fue solo embajadora: participó del desarrollo, estrategia y posicionamiento global. Su perfil de empresaria creció con los años. Forbes la incluyó entre las deportistas mejor pagadas del mundo, combinando ingresos por premios y acuerdos comerciales de largo alcance.

El caso meldonium

En 2016, fue suspendida por dar positivo por meldonium, una sustancia prohibida ese año. Ella misma lo anunció públicamente y explicó que lo usaba desde hacía años por recomendación médica. La sanción fue reducida a 15 meses tras demostrarse que no hubo intención de dopaje. El episodio fue un golpe mediático, pero también mostró su responsabilidad: enfrentó el tema con transparencia y regresó a competir sin buscar excusas.

Últimos años en el circuito

Regresó en 2017 al circuito, disputando torneos como el US Open y Roland Garros. Si bien no volvió al top del ranking, se mantuvo como figura respetada. Su juego fue afectado por lesiones en el hombro y el desgaste físico acumulado. En 2020, decidió retirarse. Publicó una carta en Vanity Fair y Vogue, en la que habló del dolor, el aprendizaje y el paso a nuevas etapas. Lo hizo sin nostalgia, con claridad y determinación.

Vida post-retiro y nuevos proyectos

Después de dejar el tenis, se enfocó en su rol como inversora. Apoyó startups vinculadas al bienestar, la salud y la tecnología. También publicó su autobiografía “Unstoppable”, donde repasa su carrera y decisiones. Participa como mentora en programas para emprendedoras y continúa vinculada al deporte como voz referente. Hoy combina su experiencia de elite con una visión estratégica enfocada en negocios y desarrollo personal.