Dominic Thiem, anatomía de un perfeccionista en la era del exceso

El tenista austríaco Dominic Thiem, campeón del US Open 2020, consolidó una carrera basada en la disciplina técnica y la resiliencia mental frente a la élite mundial.
Dominic Thiem es uno de los tenistas más consistentes y técnicos de su generación. Con un estilo equilibrado entre potencia y control, logró imponerse en una era dominada por los grandes del tenis mundial. Su carrera combinó talento, disciplina y una ética de trabajo que lo llevó del anonimato al título de campeón del US Open, símbolo de una transición generacional en el deporte.
Origen y formación
Dominic Thiem nació en Wiener Neustadt dentro de una familia dedicada al deporte. Desde niño mostró una precisión poco habitual y una disciplina que sorprendía a sus entrenadores. Su formación técnica se enfocó en la potencia controlada y la resistencia. Durante su adolescencia perfeccionó un revés a una mano de ejecución estética, que luego lo distinguiría en el circuito profesional por su solidez y elegancia.
Ascenso y primeros logros
En 2011 debutó como profesional y, tras un breve paso por torneos menores, consiguió su primer título ATP en 2015. Su crecimiento fue sostenido gracias a una ética de entrenamiento inflexible y a una estructura de juego adaptada a diferentes superficies. Entre 2016 y 2019 se consolidó entre los mejores del mundo, acumulando victorias ante rivales de jerarquía y construyendo un perfil competitivo estable y técnico.
Estilo y mentalidad
Thiem se definió por un tenis potente y disciplinado. Su derecha profunda y su revés a una mano le dieron equilibrio entre defensa y ataque. Cada punto era ejecutado con planificación, evitando improvisaciones. En lo mental mantuvo una sobriedad infrecuente: competía sin gestos de exceso y se concentraba en la estrategia. Su fortaleza psicológica y su serenidad se volvieron parte de su identidad deportiva.
Consagración internacional
El US Open 2020 marcó el punto culminante de su carrera. En una final épica frente a Alexander Zverev, remontó dos sets en contra y se convirtió en el primer jugador nacido en los noventa en ganar un Grand Slam. Ese título interrumpió casi dos décadas de dominio del “Big Three” y lo consolidó como emblema de una generación. Su victoria representó la madurez competitiva frente al poder establecido.
Lesiones y retiro
A partir de 2021, una lesión en la muñeca interrumpió su progresión. Intentó regresar al máximo nivel, pero las secuelas limitaron su rendimiento. Lejos de abandonar de inmediato, trabajó en silencio durante dos años para recuperar confianza. En 2024 anunció su retiro y eligió despedirse en Viena, ante su público. Su salida fue ordenada, digna y coherente con la ética de responsabilidad que caracterizó su carrera.
Legado y visión
Dominic Thiem dejó una huella profunda en el tenis moderno. Su victoria en Nueva York demostró que la constancia puede desafiar a las dinastías deportivas. Reavivó el interés por el tenis en Austria y motivó a nuevas generaciones a ver en el esfuerzo sostenido una vía hacia la excelencia. Tras su retiro, se orientó a la formación juvenil y a proyectos ambientales, reafirmando su compromiso con el equilibrio y la disciplina.